Lo absurdo de la empatía en términos de átomos:

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Una de los mayores problemas en la sociedad actual es el hecho de que las personas tengan a la vida sobrevalorada y que piensen que son la mamada por ser humanos, ¡tenemos pulgares opuestos!, ¿esto debe significar algo?, ¿cierto?

Pues no, no hay argumento, ciencia ni puñetera religión que pueda sentar unas bases firmes sobre el porqué es tan importante la vida de las personas o el porqué deberíamos preocuparnos por las otras personas.

Una vez hablando con un terapeuta me dijo: «el problema más importante de las personas es que tienden a amarrarse a la idea de querer que lo que es efímero sea eterno, y pues así no se puede», respondí de la forma más educada posible: «me vale verga, yo sé que todos se van a morir, estoy listo, que se mueran todos».

El no aceptar el hecho de que la vida no vale nada, que se acaba y que no hay que tener ideas equivocadas o infladas de su significado, es lo que hace que muchos vayan caminando por la calle mortificándose y jodiéndose la cabeza pensando en los problemas y las consecuencias de estar atados a esa mortalidad o a esa falsa sensación de «superioridad» como especie.

Si a ti te atropellan a un cachorrito vas y te compras otro, si la vaca ya no da leche la matas y te compras otra, si se pudre tu planta pues siembras otra, ¿qué hace pensar a las personas que con otras personas no es de la misma forma?

Aquí el concepto clave es el siguiente: no importa si es tu novia, tu hijo, tus padres o cualquier entidad por la que sientas afecto, si alguien se muere, se marcha o te decepciona, pues a chingar a su madre, lo que sigue.

Las personas son desechables, reciclables, si lo piensas a fondo son un grupo de átomos todos puñetas, sólo pocos tumultos de átomos tienen la capacidad suficiente como para hacer algo en su carrera contra la entropía, hacer o descubrir algo que mejore el tiempo que durarán organizados otros tumultos en este mundo.

Y sí, si hablamos de la vida en un contexto termodinámico, ¿qué es la vida si no es que una organización compleja en un universo caótico? (para saber más recomiendo la lectura de «What Is Life?» de Erwin Schrödinger).

Las emociones vienen de la educación, si lo piensan a fondo es macabro que un conjunto de átomos organizados tenga tanto miedo de su propia desorganización (muerte), como para todavía educar a otro grupo de átomos para ser recordados.

De esa misma forma podemos pensar de forma romántica que a menos que no seas una bomba de fisión nuclear, tus átomos perdurarán y conformarán todas las formas de vida en la tierra, como de esa misma forma te conforman todos los átomos de todas las vidas que han habido hasta este momento (son un chingo de átomos).

Sentir lástima por quienes mueren o sufren es algo que hemos bautizado como «empatía», esa empatía nos hace llorar por átomos que se desorganizan (la muerte es el estado más alto de desorganización atómica), el equivalente es llorar por poner una gota de tinta en un vaso, nos han enseñado a llorar… la desorganización.

Se me hace ridículo, y ya, no te juzgaré si formas parte de ese grupo, porque parte de pensar de forma organizada es sentir un poco de conmiseración por aquellos que nunca aprendieron a pensar en forma de átomos y organización, pero claro, sin llorar lágrimas que no nos corresponden.

Cuando las personas dejen de tener empatía por nimiedades y entiendan que la empatía por una persona es tan ridícula como llorar por un vaso de agua derramado en la mesa, este mundo será un mejor lugar, un hábitat donde los grupos de átomos organizados puedan temer menos por su desorganización y centrarse más en indagar en las fronteras de las fuerzas que hoy los mantienen unidos.

No sean un tumulto de átomos que no piensa en términos de organización, sean de esos átomos que lo entienden y modifican el entorno.

Conclusión:

Hay tanta vida en un ser humano como en un pedazo de queso panela, te duela o no, eso es ciencia, puta.

La forma definitiva de mandar a chingar a su madre a las personas.

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No es que no sepa solucionar los problemas con la gente o que no sepa sobrellevar mis emociones, lo que pasa es que he aprendido que a veces correr de las personas es una forma de solucionar los conflictos inherentes a esa rivalidad que tenemos los individuos por el simple hecho de existir en el mismo espacio y en el mismo tiempo, o por el simple hecho discrepar en nuestras intenciones.

Ya estoy muy grande para estar cuestionando cosas cuyas respuestas sé que no me agradarán, ya estoy muy grande para estar esperando cosas que sé que no van a llegar y ya estoy muy grande para estar soportando decepciones que no me merezco.

Ante dicha problemática, correr se ha vuelto mi forma de solucionar estos problemas con la gente, no debes preocuparte por las respuestas, por las quejas, por reclamos, gritos o más decepciones, simplemente abres la puerta, te vas y ni te tomas la molestia de decir adiós, porque ya ni el drama te llena como antes, como cuando tenías 17 y el drama era algo que le metía emoción a las relaciones que tenías con las personas, ¿cómo carajos vamos a despedirnos sin lágrimas ni gritos?, claro que no, hagamos esto bien. El tiempo ha pasado, los años cansan y te queda ese deseo de que cuando te separas de las personas lo mejor es que ni se den cuenta, no dar explicaciones, sencillamente dejarles un poco de ti en sus memorias y eso en caso de que en verdad deseen conservarte, «yo lo conocí en persona» ─dirán.

No sé si es bueno o malo el capricho de querer pisar y que tus pasos ya no hagan ruido, que la puerta no suene cuando la cierras e intentar que los perros no ladren cuando te marchas. Sólo sé que esta cosa se ha vuelto como un sentimiento de una persona que ya está más vieja que joven, alguien que ha entendido que la forma más bonita de mandar a chingar a su madre a las personas, es, sencillamente: saliendo por completo de sus vidas para lo que resta de las mismas.

El país no se cambia corriendo de él.

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La gente que se queja de que en USA se gana más lavando platos que en México como profesional… bueno, no es muy inteligente que digamos. No comparen peras con naranjas, son dos naciones con diferentes niveles económicos, diferentes costos en el estilo de vida y una historia muy diferente.

Además, deja tú los salarios, no compares a una persona con educación con una persona sin estudios lavando platos ─es estadística el hecho de que en USA estos empleos estén ocupados en su mayoría por personas con un no muy elevado nivel de estudios o inmigrantes─.

No es que USA sea mejor país sólo porque sí, no amanecieron un día siendo un mejor país, fue algo que sus ciudadanos ─independiente de la política─ levantaron.

En USA hay mucha más cultura de emprendimiento que en México, en este país la mayoría quieren ser empleados y nadie quiere desarrollar nada, ojo, hablamos de dicho tema en un país que se jacta de tener «ingenio» a través de sus «mexicanadas» y su supuesta «creatividad».

Es un error si tú como profesional crees que la sociedad te debe algo o de que el gobierno te debe dar trabajo. Dudo mucho que el AMLO sepa de antropología, química, ingeniería o psicología, y no, no por ser AMLO, sino por ser presidente y pertenecer a un rubro específico.

Nadie allá arriba es tan multidisciplinario, ni el presidente ni sus supuestos asesores, y aunque lo fueran, ¿crees que un puñado de pendejos podrán crear todo el empleo y los salarios con los que sueña la gente?, wake up.

El empleo lo generan las empresas, gente que se agarra los huevos y genera algo en este país, tanto para ellos como para su entorno (recomiendo la lectura de «La riqueza de las naciones» de Adam Smith).

Joder al país se logra cuando una persona con un potencial de generar empleos se va a USA a cuidar niños o lavar platos, allí se nota esa cultura de sólo querer ser empleado y no tu propio jefe, pero ante todo: se nota la ignorancia al no ver la raíz del problema.

¿Quieres trabajo y mejores salarios?, pues genéralos tú, tan sencillo como eso. Escapar del país y tener esa cultura de ser la puta de alguien más es algo que está en la sangre del mexicano y que mantiene las cosas tal y como están.

Una vez tuve esta discusión con un amigo psicólogo y me dijo que él no podía tener su despacho porque en este país «jodido» no creen en la cultura de la psicología, a lo que le respondí: «¿Y por qué no los educas en eso?».

Y eso, por más pendejo que se escuche, ya es una idea de emprendimiento. Emprender no sólo es vender o tener tu propia empresa, sino cambiar tu entorno para adaptar tu idea.

¿Quieres un mejor país?, pues es parte de tu problema, no te culpo si decides escapar a lavar platos, pero pues… eso hace la mayoría.

¿Eres parte del promedio o no?, ¿eres parte de la solución o el problema?