
Venía escuchando música y reflexionando en el trono del elegante vive bus (la parte de atrás). Si son o han sido usuarios de tan hermoso transporte, sabrán que la parte trasera está más elevada que el resto de los asientos. Como sea, un chico que venía en la parte baja con los plebeyos, abrió su Spotify y se puso a cambiar de canciones. Quiero resaltar que no suelo mirar la pantalla de los móviles de otras personas (excepto si es para burlarme), pero en este caso lo hice, fue algo casual, no intencional, todo debido a mi obvia ventaja de posición elevada en el terreno.
Vaya mi sorpresa cuando en este acto casual, este individuo tenía una copia idéntica de mi lista de reproducción. Las mismas canciones arcanas y sin sentido, en aleatorio y sin congruencia entre los géneros:
Le salieron seguidas canciones del último álbum de Almanautas de Nach, canciones del álbum de acariciado mundo de Sharif, la canción de «Love» de la serie Don’t Hug me I’m Scared, incluso una canción de mi banda en latín favorita: Helium Vola. Sin mencionar que tenía una copia de la canción de Esperanto de Freundeskreis, Fell in Love with a Grirl, White Stripes; Don’t Sing, Data; The Hellcat Spangled Shalala, Arctic Monkeys; No Quiero Ser Un Poeta, Marea e In The Waiting Line, Zero 7.
Como podrán notar, esas canciones no son el tipo de canciones que tiene una persona común y corriente en sus listas, es una combinación selecta de años de experiencia y un más que obvio buen gusto. Me quedé impactado cuando dejó como canción final la de Military Fashion Show de And One.
Cualquier persona pensaría que es algo común y corriente, pero no, no es común y corriente, es una improbabilidad, algo que se sale de las gráficas y de todo lo conocido. Yo sé cuales son mis gustos y lo poco compartidos que son (exactamente) por otras personas, ya ni hablemos de todos juntos en una misma lista.
¿Han escuchado lo que es un doppelgänger?, es una palabra en alemán que se utiliza para definir a aquella persona que es una copia tuya, por lo general en un contexto biológico, algo así como un gemelo malvado, aunque varios autores también lo definen como una copia idéntica de tu personalidad o tus acciones. En este caso hablamos de mi gemelo malvado, aunque si nos ponemos honestos, tal vez era mi gemelo bueno. Para los que estén familiarizados con la literatura se les vendrá a la mente el cuento de William Wilson de Edgar Allan Poe y el apuñalamiento al espejo (aunque aquí el contexto es conciencia).
Como sea, cuenta un famoso autor que si ves a tu doppelgänger es presagio de que vas a morir, no es bueno ver a tu doppelgänger… Me sentí, no asustado, pero sí incómodo. No quise mirar a la persona a la cara cuando me bajé del camión. Cabe destacar que no se bajó conmigo, si lo hubiese hecho, no habría corrido, pero me temo que hubiese tenido que retarlo a unos chingazos a muerte. Solo puede haber una persona con esa lista de reproducción y soy yo, bueno; y mi amigo Beto, pero pues sé que es la mía.
¿A ustedes les ha pasado algo parecido?, díganme que sí.
Por cierto, hablando de doppelgänger, hay una canción que se llama así de un rapero español (que también está en mi lista), se las dejo para que se eduquen, perros: