¿Ya vieron la película de Coco?, yo no la he visto pero he notado ese patrón en internet de gente llorando con esa película, ya hasta me dieron ganas de verla, ¿realmente es tan triste como la pintan?, no sé amigos, tengo mucho miedo de las películas llenas de tristeza y dolor, son mi punto débil.
La narrativa cuando acaece vestida de chica depresiva es una de las cosas que más me duelen, tanto en libros, música y películas. Por lo mismo no escribo cosas llenas de tristeza, se me hace un golpe muy bajo por parte del autor hacer llorar al lector, una patada en los huevos, un boicot en las raíces de la naturaleza melosa humana.
Además es lo más fácil de hacer, porque quieras o no la mayoría de las personas son «gente buena», fáciles de entender, fáciles de conmover, fáciles de hacer tus perras. Por eso hay que escribir y contar historias diferentes, como me dijo un gran escritor:
«Si vas a escribir no lo hagas de amor, no lo hagas de tristeza, no lo hagas de nostalgia, porque eso es fácil, ¿quieres ser el mejor?, intenta hacer reír a tu lector, intenta hacerlo sentir miedo y repulsión, esas son las emociones difíciles. Escribir de romance y tristeza cualquier escritor puede, hacer reír es de genios».
Yo me prohibí las películas llenas de tristeza desde el 2012, dejen les cuento esa historia:
En el 2012 se estrenó la película y musical de «Los miserables», basada en la novela homóloga de Víctor Hugo. Una joya de libro, seguro está en mi top 10 de libros.
Cuando leí el libro nunca había llorado tanto con un puto libro. Ese libro me dio en todos los puntos sensibles que me quedaban en aquél entonces, fue un suplicio, nunca había llenado un libro de tantas lágrimas, puto Víctor Hugo, puto genio. Me tomó un mes leer su novela de 900 páginas, algo de esa magnitud sólo me toma dos, a lo mucho tres días, pero, ¿cómo puedes leer algo que te está cortando las manos cada vez que lo agarras?
Pero la carne es débil, y cuando leí que Anne Hathaway estaría en la película interpretando el papel de Fantine, pues… Se me paró la verga, pero con miedo, porque yo sabía que la vida de Fantine en esa historia era pura tragedia y dolor, no, no, no, yo sabía que no debía ir al cine a ver esa película, pero, pero… ¡Era Anne Hathaway!, que rico, pero claro, en el papel de Fantine es el equivalente a tener la fantasía de cogerte una licuadora.
Por suerte me llevé a la que en aquél entonces era mi novia, fría y sociópata, era la persona indicada para equilibrar cualquier tragedia que pudiese llegar a pasar en esa sala.
Yo pensé algo como: «No mames, cuando se muera Fantine a huevo me voy a soltar chillando, sólo necesito aguantar esa escena y también evitar llorar al final, con eso la armo, que vergüenza, ojalá no haya muchas personas en el cine».
No batallé para encontrar boletos del estreno, realmente la gente está bien pendeja y nunca ha leído libros clásicos, podrías hacer una película basada en el Quijote y ni cuenta se darían, esas cosas a la gente le pasan de noche.
Eso hice, armado de mis boletos, un combo de esos dobles de palomitas y nachos, unos ICE de cereza, tenía todo lo necesario, bueno, eso creía.
¿Qué puedo decir?, yo no te aguanté ni los primeros 15 minutos de la película, con la pura historia de Jean Valjean llorando en el cementerio de la iglesia por el «perdón de Dios» y de su nueva vida, hasta allí llegó Efraín. Ya no existía lo que conocemos como «Efraín», yo estaba hecho bolita en mi asiento llorando, con nudo en la garganta y con problemas para respirar.
Mi novia nomás me veía de reojo y se reía, disfrutaba de ver al puto insensible de su novio destruido por una de las peores adaptaciones de dicha novela, y bueno, la película siguió avanzando.
Cuando llegué a la parte de Fantine, cállate la boca, ya no eran de esos llantos discretos, sino de los que hacen ruido, todos me miraban en el cine, pinche maricón de mierda, mi novia como que se empezó a poner nerviosa, hasta sacó papel para darme mientras me consolaba con cosas como: «Tranquilo amor, es una película, no pasa nada». ¿Y Efraín?, yo estaba buscando la forma de cortarme las venas con los nachos, pero ya estaban remojados, ya no tenían filo.
¿Saben cuánto dura la película de los miserables?, DOS HORAS Y MEDIA, creo que más.
Nunca había llorado dos horas y media en mi vida, de hecho la tengo prohibida esa película, cuando veo que la ponen en un lugar me voy corriendo sin dar explicaciones, temblando.
Por eso amigos, ¿realmente la película de COCO le hace competencia a la película de los miserables?, porque de ser así… Pues no, no quiero verla, hahaha.
Todavía recuerdo cómo iba temblando en el carro y llorando, con la cabeza recargada en la ventana, con todo mi rímel corrido, como si me hubieran violado, es más, cuando terminé la relación con esa cabrona no recuerdo haber sentido lo que me hizo sentir la película de los miserables.
Tengo tanto miedo de ir al cine a verla, tengo miedo de terminar en coma, tengo miedo de suicidarme en el baño del cine.
¡DÍGANME SI ES TAN TRISTE COMO CUENTAN, DE SER ASÍ NI PA’ QUÉ LA VEO!