Como algunos ya sabrán, hace unos meses desarrollé un amor al agua de horchata, pero no cualquier amor, prácticamente me volví dependiente, tanto físicamente como emocionalmente.
Tanto ha sido mi pasión y amor incondicional hacía el agua de horchata que en mi eterna búsqueda para tener agua de horchata todos los días y a todas horas he hecho que mi madre cuando va a comprar cosas se traiga unos paquetes de Zuko sabor horchata, así de esas.
He llegado hasta el punto de que ya trae diez paquetes de Zuko por semana y a pesar de ello me faltan.
Cada paquete de Zuko rinde hasta 2 litros. Esto significa que por semana yo me tomo 20 litros de esta bebida. Casi 3 litros de esta mierda al día, así durante los últimos meses.
Tal vez estarán pensando alguna mierda tipo: «No jodas Efraín, el Zuko de horchata es una mierda, el agua de horchata debe ser preparada con arroz y canela de verdad, en algún pueblo tercermundista de México y molida con los pies, añejada un mes y bla bla bla bla».
A lo que yo les responderé: Me importa una mierda todo lo que acabas de decir.
¿Entendieron la parte en la que dije «SOY ADICTO»?, soy como una especie de alcohólico de la horchata, así como un alcohólico puede tomarse una botella de perfume sólo para ponerse ebrio, yo podría chupar un pene si es que al momento de eyacular me diera agua de horchata, así de esas.
Ya no hablamos de calidad, ya no hablamos de nada de eso, estamos hablando de que sólo me importa meter a mi cuerpo horchata, si no lo hago empiezo a temblar, me pongo de mal humor, incluso estos días que he estado tomando alcohol todos los días en la noche me tomo un vaso de agua de horchata, así de esas.
¿Sabían que un vaso de 200 mL aporta un 25% de la ingesta total recomendada de vitamina C para la población mexicana?, es decir, yo estoy tomando un 250% más de la vitamina C recomendada para los mexicanos, pero no importa, yo no soy mexicano, yo soy otra raza muy superior: Soy un adicto, un miembro activo de Adictolandia.
Adictolandia, un lugar donde la gente toma botellas de perfume, inhala cocaína rebajada con veneno para ratas, folla brutalmente con sandías, apuesta las escrituras de la casa en una carrera de tortugas, y claro, toma agua de horchata marca Zuko.
Así es mi vida querido diario, un completo misterio, un comportamiento que a veces es irracional, sólo espero que algún día mi tendencia a volverme adicto a prácticamente cualquier pendejada no me pase factura de forma seria, de ser así, quiero que quede claro que no es porque sea de mente débil, simplemente nací maldito y con serias tendencias a la autodestrucción.
Los quiero mis lectores, me pondré a googlear los efectos secundarios de la hipervitaminosis.
#PeaceOut