Los fetos no saben manifestarse en Chihuahua: ¡Crucifiquen a los homosexuales!

El pasado domingo 24 de mayo en mi amado estado de Chihuahua hubo una manifestación en aras del derecho a la vida de aquellos que aún no poseen voz para decirnos que no hagamos pendejadas, es decir: En contra del aborto.
En dicha manifestación los participantes se vistieron de blanco y caminaron desde no sé que punto hasta el centro de la ciudad, se hizo una recolección de firmas para ser entregadas al congreso y así poner su granito de arena para defender a esas criaturas.

El problema de que en una manifestación haya mucha gente es que no falta el que aprovecha la multitud para hacer voz a causas pendejas, una de ellas: La postura en contra del amor/matrimonio en personas del mismo sexo, a mí no me gusta mucho la verga (sólo lo suficiente como para aún no haberme cortado la mía) más no por ello soy quien para juzgar si el amor a la misma está mal o está bien, me es indiferente esa situación en específico, sea en hombres o sea en mujeres, cada quien es libre de introducirse lo que quiera en el cuerpo siempre y cuando sea consensual.

Me es gracioso como estas dos posturas son contradictorias entre sí, que en una manifestación un porcentaje defienda a la vida y que otros tantos apunten con el dedo y digan que alguien que siente amor por una persona del mismo sexo no merece adoptar hijos es una completa pendejada.

Primero que nada quiero dejar clara mi postura: Yo estoy en contra del aborto. Mis razones se basan en una premisa sencilla: Nadie está en derecho para poner fin a una vida. Así de sencillo, y por más puñetas que se escuche así es la cosa, increíblemente la sociedad vive con la idea de todo lo contrario y no estoy en ningún momento ligando mi opinión a razones religiosas.

A pesar de que nadie debería tener derecho a quitar la vida lo hacemos porque si podemos mandar cohetes a la luna es lógico pensar que también tenemos el poder para matar a la inocencia en su estado más puro, ¿Por qué?, pues porque somos lo suficientemente pendejos para hacer con la ciencia herramientas para darnos en la madre los unos a otros.

Llámame puritano o conservador, no lo soy, pero si en este mundo las personas tuviésemos el derecho de matar a otros sólo porque se nos hinchan los huevos, muchos de nosotros no estaríamos aquí, posiblemente ninguno, y si es que por alguna u otra razón aún estuviésemos vivos estaríamos mamándosela al macho alfa para que no nos mate, te apuesto que en ese momento ya no serías tan pendejo como para irte a manifestar en contra de las preferencias sexuales del macho alfa.

Yo sé que es difícil como sociedad no caer en una contradicción, en el momento en que decimos no al aborto también le estamos quitando la libertad a una mujer embarazada de decidir lo que quiere para su futuro independientemente de la fútil historia que ese embarazo traiga consigo, es triste que sea así pero son las cruces con las que tenemos que cargar como humanos nos guste o no.

Lo ideal sería no tener que llegar a situaciones donde nuestras limitadas capacidades se vean obligadas a enfrentar cosas tan complejas, pero no, así no funcionamos las personas, nos gusta lo cabrón y buscar el equilibro en una cuerda tejida a base de puras decisiones pendejas.

Sé perfectamente que estar a favor del aborto es más fácil que estar en contra, y es allí donde lo sencillo no tiene porque ser lo correcto, porque lo correcto en este caso sería reformar la educación de quienes conciben la vida de forma consensual o por crimen, pero no, ese futuro aún está lejano, y repito, mientras llega ese día debemos aprender a vivir con nuestras cruces como humanidad, nos guste o no nos guste.

¿Sabes donde está la contradicción de esos dos bandos manifestándose en Chihuahua?, que por más burdo que te sea éste ejemplo es oferta y demanda, si disminuyes el número de parejas homosexuales (que por razones obvias no pueden procrear) también estás disminuyendo el número de candidatos para adoptar a uno de esos hijos no deseados que muy probablemente no vayan a tener hogar. Es una ironía que lo que la sociedad ve como «malo» tenga el suficiente corazón para amar y criar a la sangre que no corre por sus venas, es cierto que factores biológicos los obligan, pero en el momento en que se vuelve decisión se vuelve un acto completamente deliberado, a pesar de ello lo apuntas con el dedo de forma despectiva, prefiriendo matar a esa vida aún no concebida antes de darle la oportunidad a alguien a que intente hacer algo mejor, porque en el mexicano, cuando nace la iniciativa ajena es precisamente el momento donde sobran los pendejos para decirte que lo estás haciendo mal.

Ser retrógrada no debería ser un moda, a este paso estaremos viendo manifestaciones para quitarle el derecho al voto a la mujer y para legalizar la esclavitud en la raza negra.

Es difícil ponerse en los zapatos de una mujer cuyo embarazo haya sido producto de una violación por ejemplo, pero algo si te puedo decir, si el día de mañana a ti como mujer te pasa y si crees que ser victima de un crimen te da derecho a cometer otro de mayor magnitud entonces debes aprender a equilibrar la balanza, si crees que puedes hacer una escala de lo que desconoces como lo que es el bien y lo que es el mal, entonces hazlo por números, ¿Quieres quitarle la vida a lo que crece en tu vientre?, entonces hazlo con la tuya, suicídate y paga la vida que estás cobrando con la tuya, porque como estudiante de química he aprendido de que el universo tiende al equilibrio, y sólo así es como más te acercas a lo que en verdad es justicia.

Yo no sé porque en esa marcha no se destruyeron los unos a los otros, alguien con ropa blanca y con la ideología del derecho a la vida debió poner un alto a los pendejos que estaban levantando pancartas para prohibir el matrimonio del mismo sexo, la adopción por parejas del mismo sexo y cualesquier idea que atacara a la comunidad homosexual. Si son tan «defensores de la vida» defiendan a la misma con imparcialidad, en esa marcha debió haber alguien con los suficientes huevos para decirle a esos pendejos que bajaran sus pancartas de hipocresía, porque en el momento en que permites que alguien se manifieste a tu lado con la ideología contraria y callas, te vuelves parte de esa misma hipocresía.

No formen parte de la comunidad retrógrada de las redes sociales, es muy fácil detrás de una computadora decir que alguien tiene el derecho a decidir quién vive y quién no escudándose en argumentos estúpidos como «libertad», porque precisamente es el exceso de libertad en manos de pendejos lo que le falta a nuestra sociedad para auto destruirse, es triste el hecho de que algo que nos corresponde por nacimiento es precisamente lo que nos condena a no avanzar, es gracioso ése momento en que la libertad se convierte en veneno…

Si has llegado hasta este punto, felicidades, acabas de leer poco más de 1200 palabras, desbloqueaste un logro y te recompensaré con éste vídeo que te enseña a no odiar:

#JustSaying