¿13 reasons para ver 13 reasons?

Estoy en un dilema moral muy pesado. Quiero ver la nueva serie «13 Reasons Why», porque me gustó la reseña, tengo netflix, es domingo y quiero evadir la miserable vida que llevo aunque sea por un momento.

El problema es que es puro imbécil el que me la ha recomendado, es puro pendejo el que publica que es la «la gran cosa» en Facebook, y claro,  son puros pendejos los que me dicen que «¡NO MAMES, ESTÁ BIEN CHINGONA, TIENES QUE VERLA, OMG, ESTOY TAN MOJADA!».

Entonces, ¿qué hacer?, no sé si escuchar a mi voz interior que me dice a gritos que no lo haga, mi amada voz interior, esa voz que está cerca de alcanzar la omnisciencia después de haber convivido con puras personas pendejas de gustos raros a través de los años. Personas que dicen mamadas como: «Orange is the new black está bien chida» aun cuando la misma no tiene una trama interesante pero las fantasías homosexuales reprimidas a través de los años los hace sentirse identificados y calificarla como «buena» aunque no tengan un carajo de justificación para decirlo.

Personas  pendejas que dicen cosas más inverosímiles como: «House of cards es la mejor serie creada en todos los tiempos», esos malditos hijos de puta que no se han dignado nunca en su puta vida en leer nada de Connan Doyle y que no pueden ver la contradicción tan ridícula de algo que se autodenomina «thriller político». O sea, ¿tienen idea de lo aburrido que es eso?, es como la serie de abogados que anda por allí, ¿Quién hace una serie de política?, por el amor de Dios.

─¡Jefe, tengo una idea increíble para una nueva serie!
─Cuéntame más Jimmy.
─Es la historia de un contador llamado “Rubert”. Rubert está a cargo de todo un departamento de fiscal en un súper mercado, su trabajo es común y corriente hasta que un día se da cuenta que alguien está evadiendo impuestos, es allí cuando Rubert iniciará una investigación por su propia cuenta hasta encontrar el culpable, cuando lo encuentre se dará cuenta que el antagonista todo este tiempo había sido su propio jefe. Es allí cuando hacemos la segunda temporada, donde Ruebert cambiará de sexo para seducir a su jefe y hacer que haga una declaración de sus maléficos planes fiscales.
─Por el amor de Dios Jimmy, eres un maldito genio, tengo unas ganas enormes de llevarte al baño y practicarte el mejor sexo oral de tu vida, me los voy a tragar Jimmy, te lo prometo. Estoy seguro que vas a ganar un Grammy o una de esas mierdas que este departamento creativo nunca ha tenido la oportunidad de ganar.

Bajando de mi nube de autismo y volviendo a la realidad: La serie la recomienda la misma gente pendeja que ama «Club de cuervos» a pesar de que es una serie creada por una compañía gringa multimillonaria y basada en el gran impulso consumista de la sociedad mexicana: El fútbol. No solo se burla de las «tradiciones», también manipula a mis amados primates mexicanos al mismo tiempo, una obra de arte sacada del BigData de todo un país.

Está esa opción, escuchar a mi voz interior, ignorar las recomendaciones ─como casi siempre─ y ponerme a ver hentai o alguna mierda indie nihilista que encuentre en el internet, una mierda que siga alimentando mis delirios de grandeza y mis deseos de pertenecer a un grupo de la sociedad completamente inexistente donde se pregonen unas exigencias intelectuales en los recursos multimedia algo más elevadas.

Claro, también puedo ignorar a mi voz y ponerme a ver esa mierda ya.

¿Qué hago amigos sabios del internet?, ¿Qué hago?, ¿Por qué mi vida es tan difícil?, ¿Por qué estoy atado a este mar de confusión e inseguridades?, ¿Por qué?, ¿Por qué acabé Rick and Morty tan rápido?, ¿Por qué?, ¿Me recomiendan la serie?, díganme para reírme de ustedes a sus espaldas.

#PeaceOut.