
Pues resulta que he estado viendo toda la mañana el debate entre los conservadores y los progres sobre la noticia de la película de Buzz lightyear.
Contexto: la película fue bloqueada en nada más y nada menos que 14 países, ¿razón?, pues porque en la película hay una escena «lésbica» en la que dos monas se dan un becerro. Esto al parecer es razón suficiente para que los países activen sus alarmas y decidan no proyectarla.
Yo sólo daré mi humilde opinión al respecto:
¿por qué te alarmaría que tu hijo/a vea que dos morras se andan dando un beso?, digo, si fuera una escena sexual hasta cierto punto lo comprendería, pero… ¿un beso?, no lo sé Rick, suena a una censura en extremo innecesaria.
Aclaro que yo no soy padre, ergo, yo no puedo empatizar de la misma forma en la que lo haría otro padre respecto a esta situación, lo que si te puedo decir es que en esta sociedad lo importante no es lo que no conocemos, sino cómo reaccionamos cuando lo hacemos.
Si tú educas a tu escuincle toda una vida bajo el blanco y el negro, le ocultas que hay algo más allá de los polos que le has enseñado, cuando salga a la vida adulta, no sabes cómo va a reaccionar cuando se percate de que hay amarillo, rosa y una gama infinita más de colores.
Y ese es el problema: no sabes cómo va a reaccionar, como dije, lo importante es cómo reaccionamos a lo que no conocemos.
Eso genera tabús en la sociedad de una forma subrepticia, es lógico pensar que cuando muchos adultos llegan precisamente a una edad y empiezan a ver cómo la sexualidad no es esa dicotomía que les inculcaron, los mismos reaccionen de formas extrañas, ¿por qué?, pues porque no hubo un período en el cual se les educara de que el menú es grande y de que cada quien se mete por el culo lo que más le guste.
Repito, esta es mi opinión, también aclaro de nuevo que yo no soy padre, tal vez si lo fuese tendría una muy distinta, pero… ¡pero!, yo estoy más a favor del conocimiento que de cualquier otra cosa, la sexualidad es conocimiento, y me atrevo a decir que uno del más importante. A mis hijos yo no les negaría un sector del conocimiento sólo porque yo sienta que no están «preparados» para dicha información.
Si no es de niños, ¿entonces cuando?, ¿cuando salgan a la universidad y les toque ver una orgía dentro del baño de la escuela?, no gracias.
Por si fuera poco mucha gente agarra odio a estos sectores porque se combina el hambre con las ganas.
Imagina que tus retoños no saben de la cultura sexual que hay allá afuera, luego a sus 18 tu hija se enamora perdidamente del Bryan, vive por él, vive para él, tiene un altar lleno de cosas que le recuerdan a él en su armario ─como la Helga con el Arnold─, luego la invitan a una fiesta dondre cree que es su oportunidad. Mira al Bryan y lo sigue en la fiesta, ve cómo entra a un cuarto con Jorge, cuando abre la puerta ve al Bryan dándole unas mamadotas al Jorge, ¿qué pasará con tu hija?, pues se va a volver loca, y si no fue educada para saber que esto es muy probable ─demasiado─, posiblemente proyecte estos traumas hacia toda una inclinación sexual.
No creo que censurar sea la respuesta, la censura genera ignorancia, y la ignorancia además de atrevida, reacciona con violencia ante lo desconocido.
Pero bueno, esa es mi opinión… no sé qué opinen ustedes.