Sobre el amor, la homosexualidad y otros pedos

Sobre el amor, la homosexualidad y otros pedos:

Ayer puse pública mi relación en Facebook y pues muchas gracias a todos los que se tomaron la molestia de mandarme mensaje ─los que alcancé a leer─ para desearme cosas bonitas a mi novia y a mí. También quiero dar gracias a los que hicieron comentarios venenosos con toda la intención de joderme, a ellos les quiero dedicar unas palabras adicionales desde lo más profundo de mi corazón:

He sido perseguido, odiado, asediado, acosado, insultado y denigrado de mil formas diferentes, tantas que ni siquiera pueden empezar a imaginar o siquiera concebir en lo más mínimo el alcance de lo que digo. Esto es porque difícilmente ustedes van a tener los huevos de decir algo en sus vidas, y ya ni hablemos de huevos, sino de capacidad de que sus palabras tengan un valor, ya sea en una forma constructiva o destructiva, he caminado por la superficie del sol que el calor de lo que llegan a decir me resulta, a priori, insignificante.

Un comentario bien interesante fue: «Pensé que eras un “$”%%”#$ homosexual», el cual iba tanto cargado de insulto como con una claras connotaciones de homofobia. Si usted y otros piensan que era homosexual, lamento informarle que nel, me gusta la pantunfla, y claro, también me gusta la verga, por lo mismo no me he cortado la mía, pero no me gusta tanto como para intentar tener dos, una mía y la otra sepa Dios quién sabe donde. Yo no soy homofóbico y ni me interesa serlo, tengo amigos homosexuales muy cariñosos, muy inteligentes, muy desarrollados profesionalmente, que saben querer, saben amar, saben ser buenos hijos y buenos ciudadanos (igual me la pelan, pero pues son buenos).

El no tener una relación por años no es por no poder, es por decisión, escribir y decir lo que piensas es el equivalente a tocar la guitarra, ya ven que las morritas se prenden con eso, pues así yo he tenido una lista interminable de posibles parejas. La razón por la cual había durado algunos años sin relación ─los suficientes como para que empezaran a creer que soy homosexual─ es por la sencilla razón de que yo no quería lastimar a nadie y cargar con la responsabilidad de lo que implica eso.

Amar y estar con alguien es una de las responsabilidades más grandes que te puedes echar al hombro, lo que decimos afecta, lo que no decimos afecta, lo que hacemos y no hacemos, afecta. Todo afecta en una relación, ninguna persona merece ser lastimada, ni siquiera por nuestra ignorancia al no saber cuantificar las posibles consecuencias de nuestras palabras o actos.

Aunado a esto, yo no soy precisamente una blanca palomita, el hecho de ser una persona que siempre es target en prácticamente cualquier asunto, conlleva la responsabilidad de que a mí pareja no le caigan los escombros de los cataclismos que a veces genero cuando toco un teclado.

El amor es algo en lo que creo, así como también es algo que critico, porque pensar que el amor es bueno de forma inherente, no sé, me resulta a utopía, evitarlo el mismo no es un acto de cobardía, sino a veces, cuando se toma la decisión de evitarlo de forma deliberada, puede ser una buena decisión.

Allá fuera hay mucha gente sin estabilidad emocional, con miedo a la soledad, sin estabilidad económica, social o el mínimo de amor propio, ese tipo de personas lo único que hacen es destruir todo lo que tocan y de la forma más egoísta, a la larga esto genera un efecto bola de nieve porque hay más gente dañada allá afuera, que gente dispuesta a saber querer a otra persona en su libertad, por sus emociones, sus ideologías y sus sueños.

Estar con una persona es una decisión que tiene peso en tu vida, y saber cuándo tomar esa decisión es algo que debe ser premeditado, algo que debe no tomarse a la ligera porque las consecuencias de tanta responsabilidad en manos pendejas, no es otra cosa que una estela de dolor para uno o ambos involucrados.

No sean de esas personas que andan por allí teniendo relaciones con personas que no aman o por el miedo a estar solos, no sean puñetas, trabajen en ustedes, aprendan, lean un chingo, aprendan a programar, yo qué sé, lo que sea que los haga crecer profesionalmente, intelectualmente, socialmente o lo que sencillamente les brinde paz.

Es preferible mil veces que te digan «pensé que eras homosexual porque nunca te he visto morra», a un: «ese pendejo fue el que lastimó a esa mujer». Son distintas las frases, una te habla de responsabilidad, la otra te habla de ser un hijo de pu”#%”&.

Al final del día, ustedes ya están lo suficientemente grandes como para que yo venga a contar algo de lo obvio, pero hijos, si algo he aprendido, es que el sentido común fue asesinado hace años aquí en las redes sociales.

No está de más un recordatorio para toda esa gente pendeja, que pareciese se siente orgullosa de ser lo que son, cuando ni ellos mismos han tenido el mismo atisbo de lucidez al momento de la introspección necesaria para poder definir si son lo que dicen ser, si piensan lo que dicen que piensan y si creen lo que dicen creer.

Al igual que con el COVID, allá afuera hay una pandemia de ignorancia para conocerse a uno mismo, ante la falta de medidas de protección, los corazones más vulnerables son los que resultan jodidos por las acciones de los egoístas, de los que no quieren entender.

En fin… reitero: muchas gracias a todos por sus lindas palabras, y claro, sólo para no perder la tradición, a los demás: chinguen a su madre.

Saludos.

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