
Esto no les va a gustar, por el simple hecho que sale desde lo más profundo de mis entrañas, un lugar donde solo hay odio…
Se supone que el cerebro tiene miles de millones de neuronas (imagina esa cantidad), se supone que tú como adulto las aprovechas al 100%, al menos eso dice la teoría, desconozco tus capacidades, no poseo tanta empatía, total, ¿qué es la empatía que la fortaleza que la sociedad nos obligó a tener ante la desgracia ajena?
No suelo escribir/opinar dos veces del mismo tema, pero este lo amerita, incluso amerita una entrada en mi blog, porque esa moda pendeja de «Danna Paola es perrísima, tan yo, me representa» es una forma de conectar tu boca con el culo y tragar eso que tanto desechas y reprochas.
Dado que las neuronas que te fueron concebidas no están siendo utilizadas para algo más interesante que decir puras pendejadas y, al parecer tu cerebro no tiene más de 3 Mb de memoria, como ciudadano socialmente responsable es mi deber recordarte ciertas cosas que no deben ser olvidadas, cosas que contradicen la coherencia de tu discurso feminista, tu postura en esta vida, tu forma de ver las cosas y todo lo que eres como persona. Esto te va a doler, así que si eres de las personas que piensan que querer mucho a tu perro es un tipo de inteligencia, lo siento, esto no es para ti, huye antes de que alguien salga herido, porque te lo aseguro, no es el texto que a mí me hace sufrir, no es el texto que te gustaría compartir, es el tipo de texto que te cuenta cosas que has olvidado, cosas que te joden y destruyen por dentro.
En el 2016 todos nos quedamos atónitos cuando Bob Dylan ganó el premio Nobel de literatura, ¡un músico ganando un premio de literatura!, total, lo perdonamos, es «yo las puedo todas» Dylan, ¿quién se atrevería a negar el alto octanaje literario que había detrás de sus canciones?, nadie en su sano juicio.
Amo la literatura, me emociona ver esos premios, me llena el corazón y me llena de emoción saber el próximo ídolo de la literatura, ¿han leído los discursos de los ganadores?, muchos te hacen romper en llanto, son hermosos. Creo que no hay mejor premio Nobel que el de la literatura, le gana por mucho a los de ciencias, y no es nada personal, recuerda que yo soy del gremio de la química, esto no es ningún tipo de favoritismo.
Lamentablemente el año siguiente (2017) estuvo lleno de oscuridad, Harvey Weinstein (productor de cine) fue acusado de acoso sexual por cientos de chicas, ¡bien por ellas!, era muy triste ver la situación, lo que había hecho ese cerdo solo para que una chica tuviera una oportunidad en Hollywood: «¿Quieres ser actriz?, no me importa tu carrera, chúpame el pito».
Esto generó el famoso movimiento en redes sociales llamado «#MeToo». Increíble, ¿cierto?, ver como una chica hace pública la información y de la nada tenemos a cientos de violadores acusados por todo el planeta, fue genial, así lo pensaba, hasta que tocó mi amada academia… Resulta que en el comité encargado de otorgar el premio Nobel existió un villano llamado Jean-Claude Arnault, el hombre fue señalado por este movimiento, entre sus crímenes destacan 18 mujeres abusadas sexualmente por este hombre, anonadado quedé.
¿Te imaginas la responsabilidad que tenía el comité del premio Nobel?, había un puto violador entre ellos, ¿cómo se iban a dar a respetar de nuevo?, tal vez no ves el alcance de esto porque no lees una puta mierda. Entregar un Nobel de literatura es premiar a personas que a través de las letras cambian el curso que toma este mundo, ¡literal!, personas que han creado corrientes, que han cambiado la forma de pensar de la sociedad, ¡nuestros putos héroes!, ¿qué credibilidad tendría la academia ahora que tienen a un puto violador entre sus cabecillas?, ¡ninguna!
Estos hombres estaban premiando a las personas más cultas del planeta, por respeto hicieron lo más inteligente: Cancelar los premios Nobel hasta nuevo aviso, un aviso que llegaría hasta que se disolviera dicho comité, se arreglaran las cosas y pudiesen votar de nuevo de forma objetiva, intentar muy a su modo y de forma nimia, pedirle disculpas al mundo.
Aunque cuestionable todo el asunto en general, fue una decisión inteligente. Es increíble como un crimen de esta índole canceló un premio que solo había logrado cancelar la guerra, es de admirar el poder del movimiento #MeToo, es de admirar la decisión de la academia, es de admirar que estas acciones de contar la verdad logren un cambio, lograr derribar una institución de este calibre.
¿Sabes qué no es de admirar?, cuando estas cosas te entran por una y te salen por el puto culo.
El movimiento #MeToo no solo reveló personas en Estados Unidos o Europa, aquí en este hermoso país lleno de cabezas yermas de cosas interesantes que decir… también hubo lo suyo. Así como cayó Weinstein y Renault, aquí las televisoras tuvieron un pase de lista tremendo, los cargos más altos todos acusados de violaciones, agarra Televisa o TV Azteca, agarra tu preferida, en todas había más de lo mismo: «Me encanta como actúas, pero debes saber chuparme bien el pito, ¿Cómo nos arreglamos?».
¿Sabes qué es lo más jodido de todo esto?, que no importa cuánto te golpeen, no importa donde o a quién, tú sigues aplaudiendo lo que hacen. Es increíble que tengas los huevos para salir allá afuera y destruir no sé qué tanta cosa en tu manifestación (algo que aplaudí en su momento), pero permitas que ese tipo de empresas sigan de pie, que sigas aplaudiendo lo que hacen, no sé donde ves tú la revolución, pero yo solo leo esto: «Gracias por violarme».
¿Cómo carajos vas a seguir viendo televisión a estas alturas?, ¡¿Qué carajos han hecho ellos por ti?!, ¡nada!, solo han destruido nuestra cultura, han llenado de basura las cabezas de millones de mexicanos, ¡millones!, les han mentido, les han dicho como ser, han instaurado estándares de belleza, nos han dicho que vayamos a comprar cosas que no necesitamos para ser felices, nos han llenado de propaganda política, nos han prometido, nos han robado, han hecho que en este país gane más dinero un jugador del América que un médico, un investigador, un ingeniero o cualquier ser que en verdad haga algo por este miserable país que parece pide a gritos ser destruido.
¿Cómo carajos vas a darle publicidad a los dramas falsos de Danna Paola?, ¿Cómo vas a alimentar más a ese pinche monstruo?, ¿cómo te vas a sentir identificado con una puta televisora y soslayar todo lo que nos han hecho?, no señor, no mientras yo siga vivo.
Puedes ser pendejo o pendeja todo lo que quieras, pero no lo hagas frente a mí, no lo hagas. Para tu mala suerte a mí no se me olvida absolutamente nada, lo conecto, y puedo ver como le das comer a alguien que viola a tus hermanas, como alimentas un medio que nunca veló por la cultura y el crecimiento de este país, un medio que para tenerte pegado contrató a tus nuevos profetas: Los youtubers.
No importa qué tanto escriba o qué tanto luche por estigmatizar a estos imbéciles, tú les vas a perdonar todo: Violaciones, abusos, mentiras e injusticias, porque claro, tienen a Danna Paola, tienen a Pedrito Sola y a Callo de puta Hacha, ¿cómo pueden ser malos?, ¿cómo podrías enojarte con ellos?
No sabes como me revienta los huevos saber que tus movimientos feministas, los movimientos revolucionarios y toda esa sarta de pendejadas te las tomes como una moda, no sabes como me jode que los líderes de estas cosas sean buenos para gritar pero no para ser claros, como me jode que el brillo de los cerebros mexicanos solo sea una trémula luz en este jodido país lleno de sombras que tarde o temprano encapotarán todo.
Sea coherente a su discurso, no cometa el error de olvidar la historia. Deje de alimentar a esas putas televisoras, deje de darle de comer a sistemas violadores opresores, deje de hace apología a sus pendejadas con «es un meme», deje de contradecirse, deje de darse de chingazos contra el espejo, no necesita golpear su imagen para en verdad cambiar usted.
Ojalá este 2020 empiecen a usar esas putas cabezas que parece solo sirven para traerlas colgando o para cumplir con las proporciones del cuerpo, se sorprendería de lo mucho que puede lograr con ella si aprende a usarla, se sorprendería de todo lo que puede crear, y en el mejor de los casos: De todo lo que puede destruir.
Pero si va destruir algo, empiece por su puta hipocresía.