La declaración de independencia, la cual es la piedra angular de la constitución norteamericana, dice que: «all men are created equal». Sin lugar a dudas una de las frases que mayor polémica y muestra de hipocresía han dejado en la historia de la humanidad. Una frase que se escribió mientras el pueblo americano aún permitía la esclavitud y el racismo hacia la raza afroamericana, una esclavitud que tardaría cien años más en ser abolida parcialmente, ya que como sabemos, la actualidad refleja algo muy diferente. El racismo sigue allí, escondiéndose en el corazón de las personas y esperando el momento oportuno para morder al que es diferente.
Es una frase que hoy en día sigue haciendo eco cuando vemos la historia del pueblo americano y nos percatamos que el mismo ha nacido entre la sangre y el exterminio de los nativos que otrora existieron en dicho país. ¿Cómo pudo Norteamérica decir que todos los hombres somos «creados iguales» y haberse valido de las armas y el derramamiento de sangre para estar donde están el día de hoy?, la historia de dicho país está manchada no sólo por sangre, sino por la hipocresía a veces tan inherente a la naturaleza humana.
Leer el manifiesto del culpable de uno de los dos tiroteos ocurridos este fin de semana, me deja más que claro que los mexicanos sí son diferentes a sus vecinos del norte. En en este caso: para bien, pues pocos genocidios hacia dicho pueblo hay por parte de los mexicanos. Algo irónico cuando piensas que nosotros somos los «criminales».
Me resulta ridículo leer que el culpable hace apología a sus acciones debido al desplazamiento de los empleos que tienen los «nativos» de Texas por parte de los «invasores» mexicanos. Claro, sobretodo porque Texas siempre ha sido parte de Norteamérica. Pero estoy divagando, dejemos la historia de la geografía de lado…
No hay justificación (y nunca la habrá) para matar a alguien sólo porque te quitan el empleo o desplazan a tus «nativos» en cualquier aspecto. Se debe ser muy malo en lo que haces como para que un extranjero que proviene de un país con menos oportunidades y con una calidad de educación inferior (las cosas como son), vaya a tu país y demuestre ser mejor que tú.
Hoy más que nunca México debe ser consciente de que el odio engendra más odio, y que, la única forma de prevalecer e incluso ser mejores, no es otra que aprender a no guardar más odio por el atentado hacia al pueblo mexicano. Porque al final del día, sentir rencor contra todo el pueblo americano por las acciones de unos pocos nos pone en el mismo lugar.
El supremacismo blanco tiene sus raíces en los errores que la ciencia ha cometido al argumentar que las razas son diferentes y, aunque se ha hecho de todo para corregirlo, siempre habrá quien haga apología a la pseudociencia sólo porque esto los hace sentir mejores, los hace sentir especiales.
Se vale sentir pena o incluso empatía por las víctimas si eso los hace sentir mejor o ayuda a sanar la herida, pero lo que no se vale es no aprender que esto sólo se puede erradicar con educación y evitando sembrar más el odio en tierras donde sabemos que florecerá con facilidad.
Sean diferentes a todo el grupo de ignorantes que he estado leyendo en las redes sociales, no guarden más odio en sus corazones y no se vuelvan racistas por venganza. No pierdan el tiempo buscando los orígenes antropológicos de un racismo que ya todos conocemos.
Sigan estudiando, sigan analizando y eduquen a sus hijos para que no sigan con la cadena de odio, eduquen a sus hijos para que aprendan a perdonar los errores de unos pocos que han actuado con ceguera en aras de buscar aquella tan ausente «justicia» que el «hombre blanco» siempre se ha jactado de haber alcanzado en sus leyes y en sus declaraciones de independencia.
La única forma de cambiar al mundo es con la educación y el intercambio de cultura (sobretodo la ajena a la nuestra). No hablo de que te metas a la escuela y saques un doctorado, eso no te vuelve alguien en esta vida. Hablo de que realmente te eduques para cuestionar la naturaleza y las acciones del hombre, pues en la búsqueda de ese conocimiento es donde te das cuenta que no vale la pena perseguir a ninguna raza y es donde aprendes a no juzgar a ninguna persona por sus ideologías.
El único día en que todos los hombres seremos iguales será el momento en que todos los hombres empecemos a pensar, pero para eso, lamentablemente, falta mucho, mucho tiempo…