Quiero una novia de ojos azules por la sencilla razón de que es el único color que combina con el color de la sangre que corre por mis venas.
Una chica humilde, no hay nada que me dé más asco que la falta de modestia.
Una que me salve de vivir detrás de estas horribles tierras donde la ironía ha vuelto yermos todos estos campos de mi alma donde ya no crece nada que no sea el amor que me tengo, que como pueden ver, es poco, pero sigue creciendo.
Una que me acepte y sepa todos los días que lo mejor que le ha pasado en la vida es el haberme conocido.
Qué me levante altares y ponga mi foto rodeada de veladoras donde alguna vez hubo imágenes de sus falsos Dioses.
Que me mire y me diga: ¿Otra vez estás pensando tus pendejadas megalómanas?,
y yo le diga: ¿Hay otro tema qué pensar más interesante que yo?
Y así tal vez (y solo tal vez), pueda dejar de amarme a mí mismo para amar a alguien más.