—Hola Efraín, te presento a mi amiga Verónica. Ella es de una familia estable, con una «inteligencia emocional» sana, tenía ganas de conocerte pero es algo tímida. Además, ella dice que le gusta mucho lo que escribes.
—Hola Efraín, me gustó mucho tu texto sobre los em…
—¿Ah sí?, qué padre, un momento… ¿Quién es aquella chica en la esquina pintando pentagramas con sangre en la pared?
—¡Uy no!, a esa ni la veas. Ella Amelia, aunque también es L’spar’duk’har, o al menos así se hace llamar, significa «espíritu maligno del bosque» en una lengua muerta que sólo ella conoce y que aprendió navegando en la deep web. No la veas Efraín, está loca. Sus papas se suicidaron y ella vivió con los cadáveres en putrefacción seis meses. Luego la adoptó una familia y su padrastro la violó y la torturó. Todos sus exnovios la han engañado, tiene terrores nocturnos por las noches y despierta gritando y llorando. Además, su última relación fue con un perro rottweiler con el cual tuvo una especie de homúnculo, mitad humano, mitad perro, una especie de pug antropomorfo que murió a los seis meses por problemas respiratorios, igual que los pug. Tiene cita con su psiquiatra los siete días de la semana, cree que es la reencarnación de una mantis religiosa cuya única misión es comerse la cabeza de todos los hombres, además toma más medicamentos que un anciano de 70 años con diabetes. ¿Recuerdas a Jorge?, ¿Cómo crees que perdió la mitad de su verga?, no la veas, está loca, no se puede, ¡aléjate!, tiene un certificado donde dice que es biológicamente incapacitada para amar.
—¡No mameeeeees!, ¿ya viste?, tiene unos ojos hermosos, ¡ay no!, creo que la amo. Deja hablo con ella…
. . .
—Hola hermosa, he visto 14 millones de realidades y en todas me mandas a la verga, menos en esta… ¿Te gustaría hablar de las ganas que tengo de que me comas las cabezas?
—Me das asco.
—Te amo.
—Me das asco.
—Te amo.
—Me das asco.
—¿Te gustaría salir a otro lugar donde haya menos personas inferiores a nosotros?
—Bueno.
Y así es como Efraín después de seis meses de relación termina con el corazón roto, llorando, escuchando canciones de Joan Sebastián y preguntándose la razón por la cual Dios lo volvió un ser hecho para amar a pura loca y discapacitada mental.
Soy un imán de locas, no me doy cuenta que están locas hasta que es demasiado tarde, no veo las señales, no tengo ese gen. Así como hay personas que no pueden detectar el olor a cianuro, los daltónicos, etcétera. Yo no puedo ver las señales obvias de la locura hasta que ya es demasiado tarde, incluso si las tengo frente a mí. No veo nada hasta que ya estoy muerto.
Ayuda, ¿por qué siempre dejan que me enamore de las locas?, ¿se divierten viendo cómo arruino mi vida y mi autoestima?
Los odio…
Porque ninguna mujer con buena autoestima se fijaría en un tipo tan idiota e insufrible. Atraes lo que eres.
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Reblogueó esto en Dissolvedy comentado:
Excelente entrada, de mis favoritas y si, no se enamoren de las locas, porque tenemos mala memoria y somos adictivas.
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[…] a través de Enamorarse de las locas […]
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