Yo sé que están desesperados porque el catálogo de Netflix que siempre les ha ofrecido «obras maestras» ya anda quedando mal en eso de darles la puta droga en plenas vacaciones. Sólo Dios sabe cómo alguien puede volverse adicto a las peores mierdas que hay en todo el mercado para entretener a las personas:
OITNB, Stranger Things, House Of Cards, 13 reasons, Narcos, Sense8, Jessica Jones, Bojack Horseman, Dark, La casa de papel, Club de cuervos, etcétera. Todas y cada una de esas series no sólo son mierda, sino también son un claro signo de retraso mental. Pero, ¿quién soy yo para juzgarlos?, Es como cuando ves a un niño con down metiéndose un desarmador en el culo, ¿lo juzgas?, claro que no, simplemente piensas que son cosas inherentes a los retrasados mentales. Actos consustanciales al tan popular privilegio de ser un pendejo.
Pero por un momento dejaré los prejuicios y tomaré como premisa el hecho de que dentro de sus retorcidos recovecos aún hay esperanza, una luz al final del túnel. Sus cerebros no se han secado lo suficiente por todo ese spam mediático del rey del streaming en pleno auge tecnocrático.
Hijos míos, hoy mi benevolente corazón les ha ofrecido un lugar en mi mesa, para que tomen asiento a mi lado durante esta tertulia, y así, yo les pueda hablar sobre buenas series, sobre buenas formas de gastar el tiempo más allá que andar sintiéndose identificados con escenas lésbicas en OITNB o Sense8, ante sus aparentes y muy dolorosas homosexualidades reprimidas.
No sé en qué Dios crean ustedes, tal vez el Dios de los católicos, Buda o incluso sean brujas declaradas, ¿qué sé yo?, lo importante es que de ahora en adelante lo que tú llamas Dios pasará a ser una mierda, un pendejo, algo que no vale la pena adorar.
Damas, caballeros y miembros del jurado. En esta tierra sólo hay un Dios y su nombre es David Simon. A diferencia del otro grupo de deidades subnormales, él sí tiene los indulgentes huevos de caminar entre nosotros, a nuestro lado, como si fuéramos iguales a pesar de que no lo somos.

Él ha venido a la tierra y ha traído su sagrado evangelio en algo llamado «The Wire», algunos osados se refieren a ella como «una serie», pero no es así mis amadas ovejas perdidas, The Wire no es una serie, no es arte, es algo mucho más trascendental, es una religión, un evangelio salido de los labios sabor verdad de David Simon para besar nuestras zonas erróneas.
The Wire es una serie ambientada en la ciudad de Baltimore, Maryland. La misma ciudad en la que vivió Edgar Allan Poe, Bukowski y Tom Clancy. El Jerusalén de los buenos escritores.
Creada en el 2002 y con un total de 60 episodios distribuidos en 5 temporadas, The Wire nos contará cómo es ardua la vida en los barrios más pobres de la ciudad de Baltimore y el cómo gira la vida alrededor del narcotráfico en dicha ciudad.
The Wire es una serie que critica prácticamente todo: Las pandillas, el narcotráfico, la prostitución, el abuso de las drogas, la meritocracia, el sistema de educación, el poder, la política, la ambición, la honestidad, la corrupción, el amarillismo, el periodismo, la lealtad, el dolor… Eso y mucho más, avasalla todo lo que toca.
No es un show policiaco más del montón en el que los buenos deben seguir a los narcotraficantes malos. Esto no es una mierda tipo Narcos en las que vemos cómo se maneja el dueño de un cártel de drogas que a pesar de ser un puto campesino sin estudios es elogiado por vender drogas. No es la historia exagerada de un profesor de química con cáncer derrotando a los carteles latinoamericanos. No es la historia de Jenni Rivera o la prosopopeya que hace Pérez Reverte en la «Reina del sur».
David Simon con humildad tomó su pluma y dijo: «¿Qué pasa si escribo las cosas tal y como son?»
Apoyado con toda su carrera de periodista en el periódico «The Baltimore Sun» y con todos los años de experiencia de su amigo Ed Burns trabajando en narcóticos, The Wire refleja la realidad elusiva de USA.
The Wire es una serie que nos llevará de la mano con el departamento de policía de la ciudad de Baltimore y el cómo usarán las intervenciones telefónicas para atrapar a los que en primera instancia, se asume son los principales cánceres de la sociedad: Los narcotraficantes.
No obstante, conforme la serie avanza te vas a ir dando cuenta que son los que menos problemas causan en la ciudad, y esto lo abordará The Wire con una narrativa magistral, con tinta de Dioses.
Cada temporada abarca y crítica un tema principal sobre el que se van deslindando más y más elementos para la trama y la el desarrollo de cada uno de los cientos de personajes.
La primera temporada te va a mostrar cómo se maneja el sistema en las pandillas de distribución de drogas, una introducción a la vida de los adictos y la constante lucha entre estos criminales y la policía del departamento de Baltimore. Dejándote muy por encima la razón del porqué están todos en donde actualmente están.
La segunda temporada te habla sobre el sistema de influencias, los sindicatos, la meritocracia, el contrabando, la prostitución y sigue tratando los temas abordados en la primera temporada.
En la tercera temporada se ve cómo cada vez las drogas parecen ser el mal menor. Notarás como un sistema policiaco, las pandillas y todos los errores están justificados por la ambición al poder y la carrera política de unos pocos.
La cuarta temporada empezará a tejer unos con otros a todos los personajes vistos en todas las temporadas anteriores, combinando los temas y viendo como cada cosa mala en Baltimore es algo proveniente del sistema de educación, no sólo de Baltimore, sino de todo el mundo. Por fin la serie cobrará un sentido mucho más elevado de lo que realmente es.
Y por último, en la quinta temporada el tema principal será la crítica al amarillismo y sensacionalismo en los medios de comunicación. Todos los personajes de la temporada anterior tendrán un peso importante, pero lo más interesante es cómo sus vidas justifican lo que se ha venido escribiendo en las cinco temporadas, todo es una sola mirada desde distintos puntos de vista. Pasando por la vida de un simple drogadicto en una esquina, hasta el político y la clase más alta en todo Baltimore.
Todas estas críticas, perspectivas y personajes dejarán en claro que al final de cuentas el personaje principal es la ciudad de Baltimore, su historia, sus valores, sus errores, todo haciendo un conjunto de una realidad repetitiva que nunca tendrá final, ni en Baltimore ni en todo el mundo.
Los diálogos de la serie son una obra maestra, deberás prestar atención a la trama en todo momento, parecerá que es una serie que avanza lento, y de hecho, lo es. David Simon no necesita recurrir a deus ex machina o a mediocres cliffhanger’s como GOT o Breaking Bad para contar su historia.
David Simon juega sus cartas, desarrolla personajes complejos que te acompañarán el resto de tu puta y miserable vida por la sencilla razón de que te podrás llegar a identificar con más de uno:
Con el mal profesor de tu escuela, con el amigo que perdiste en las drogas, el familiar que te mataron con una bala, el ambiente violento de las calles, todo, simplemente todo en esa serie te va a enamorar.
La música es increíble, desde la entrada hasta el montaje final que hacen en cada temporada.
Si la vas a ver que sea lento y con discreción, intentando sentir lo que sienten los personajes, pensar lo que piensan los personajes. Cada personaje irá creciendo dentro de ti porque eso es lo que intenta David Simon, crear una red gigante de personajes complejos, enteros, vivos.
Al final la vida de cada uno de ellos no tendrá ningún valor, ningún sentido… Volveremos exactamente al punto del que partimos: Una realidad que parece nunca podrá ser cambiada.
Sin duda alguna The Wire es una serie que está a la altura de entrar al salón de la fama con Mad Men, The Soprano, Fargo, Six Feet Under, Twin Peaks, etcétera. De hecho, me atrevería a decir que le gana a más de una de las mencionadas.
Yo recién la terminé de ver, es la tercera vez que la veo en mi vida, aunque la segunda me brinqué capítulos, así que podemos decir que realmente sólo la he visto dos veces, pero cada una de ellas ha valido la pena. Pienso volver a verla apenas pueda, mucho se le puede aprender a esa obra de arte.
Además, te la recomiendo yo, no necesitas otra razón para verla.
#PeaceOut.
Aquí una pequeña probada y el enlace para descargar todos los episodios por MEGA subtitulados al español e inglés.