En las redes sociales todos los días tengo que ver memes, imágenes, fotos y extensos debates relacionados al aborto. He leído tantos argumentos a favor y en contra, he leído historias, he visto vídeos, cómics, películas, canciones, manifiestos, ensayos, estadísticas, Dios mío; he visto absolutamente todo.
Ante tanto odio y tantos puntos de vista, la mejor postura que he concluido al respecto, es sencilla, si usted no tiene nada nuevo que aportar: Cállese el hocico.
No voy a decir mi postura, de hecho la mía ya la escribí aquí en el blog ─si mal no recuerdo fue de las primeras entradas─, si usted desea leerla puede consultar en el siguiente enlace donde aparece la entrada titulada «Los fetos no saben manifestarse en Chihuahua: ¡Crucifiquen a los homosexuales!».
¿En qué estábamos?, ah sí: Cállese el hocico.
¿Es usted una mujer embarazada?, de no ser así, cállese el hocico.
¿Es usted una mujer que sufrió violación?, de no ser así, cállese el hocico.
¿Es usted padre de un hijo adoptivo?, de no ser así, cállese el hocico.
¿Es usted médico?, de no ser así, cállese el hocico.
¿Es usted un feto que todavía no nace?, de no ser así, cállese el hocico.
¿Es usted algún tipo de feminista radical?, de no ser así, cállese el hocico.
Allá afuera en internet los chingazos están a todo lo que dan, uno apenas abre el explorador y empieza a ver las pedradas de todos los posibles bandos y en todas las direcciones. Activistas sociales ya hay muchos, si usted no tiene nada inteligente qué decir, sólo debe limitarse a meter unas palomitas en el microondas durante 3 minutos. En ese tiempo corte unos limones, busque salsa, ¿qué sé yo?, como sea que usted se las trague, y ya, no haga nada más.
Porque la gente que se mete en esos temas es irracional, es pendeja y no tiene un mínimo sentido sobre lo que realmente es un argumento, así como tampoco han filosofado en lo más mínimo sobre la nimia concepción que tenemos sobre lo que está bien y está mal en esta sociedad, sólo trague y disfrute del espectáculo.
No se meta o le van a llover chingazos de los feos, no podrá argumentar, no podrá decir nada, usted se convertirá en la primera víctima, incluso antes que el feto, la embarazada o lo que sea que estén buscando como culpable definitivo ante la problemática actual.
Cualquier postura que tome tiene una doble moral, un lado hipócrita, un lado correcto y uno equivocado, ya sea que apoye al feto o apoye a la mujer, hay chingazos de sobra para repartir. No existen buenos ni malos, sólo gente que está esperando a que usted diga algo para resaltarle la razón por la cual está equivocado.
La mejor forma no de estar equivocado es ni siquiera intentarlo. Esto no es matemática, esto es moral, no se moleste en indagar las razones de la retorcida moral de la sociedad, deje que se maten los unos a los otros, que maten fetos, que maten mujeres, que maten lo que sea que tienen que matar para seguir buscando una respuesta que nunca ha existido.
Así es y siempre ha sido en temas de moral, no existen respuestas, no existen bandos correctos ni incorrectos, mejor hágase de la vista gorda y cállese el hocico.
Usted no tiene la solución, usted defendiendo a su bando tampoco tiene la solución, no existe la democracia, no existe la opinión popular, no existe nada, no se arriesgue a caer en algún lado, todos están equivocados independientemente del bando que usted elija.
Sólo espere a que caiga un meteorito, nos extingamos todos y los dinosaurios vuelvan a poblar la tierra, ellos no se hacían tan pendejos. Podían violarse, comerse los unos a los otros y no conocían técnicas de aborto.
Vivieron más felices y más plenos que la humanidad.
Dios bendiga a los dinosaurios, son la mamada.
#PeaceOut.