Una de las noticias más acogedoras para nosotros los que pertenecemos al escuadrón anti-memes y que de manera fiera sostenemos que los memes y los twitteros son el mayor cáncer que le ha ocurrido al internet, fue la caída de Facebook en la bolsa de valores.
Mark Zuckerberg se enojó por el hecho de que en su página de noticias le salieran puros memes y no las fotos sexys de sus amigas de vacaciones en la playa, ¿qué pasó?, pues cambió la forma en la cual Facebook muestra la publicidad.
Ahora Facebook dará prioridad a todo lo que publican tus amigos antes que aquellas noticias provenientes de las páginas, grupos y publicidad.
Por obvias razones todos los accionistas se asustaron y en la bolsa Facebook cayó de manera importante, un 4.5% del valor original de las acciones, cosa interesante siendo que lo hizo de un día al otro.
Por si piensan que ese es el final de la red social, pues no, al parecer utilizaron de conejillos de india a los países de Sudamérica, la mayoría no lo notó, y claro, aquellos que sí no supieron ni qué hacer al respecto, pues sus movimientos en las páginas donde tenían voz ni siquiera pudieron ser escuchados.
Yo sé que a más de uno de mis amigos le dará mucha grima el hecho de tener que ver mis publicaciones y no los memes que tanto aman, pero que bueno, sirve que esos pendejos se van a twitter o a los exponentes del imageboard ─como 4chan─. Pues la verdad yo no sé qué andan haciendo acá en Facebook cuando de entrada todos sabíamos que no era la plataforma para ese tipo de comunicación, pero bueno, sigan de pendejos.
Facebook es una plataforma en la que pululan los pendejos de mierda que se regocijan de la manera en la cual rompen lo bonito del lenguaje, crean neologismos como: «Papu, mamu, pasa el zelda» y otras manifestaciones de su autismo, pues es el fin de todo eso, es hora de que volvamos a la época refinada y dorada que fue Facebook en sus inicios.
No podríamos haber iniciado el 2018 de mejor manera, sólo es cosa de esperar a que salgan los cambios para México y empezar a ver cómo hacen que los pendejos abandonen de la manera más respetuosa sus páginas virales de entretenimiento pendejo y que no aporta nada a la cultura que debería estar volviéndonos semidioses a estas alturas y con estas facilidades de tecnología.
¡Qué bueno, por pendejos!, sus vídeos y memes infinitos reducirán la procrastinación y enaltecerán a la raza humana hasta las alturas que merece. Porque si no fuera por la caída de varios años que llevamos consumiendo la cultura pop de los millennials y de otras fuentes oscuras de desinformación ya estaríamos colonizando marte.
Los memes fueron los culpables de la segunda edad media en el internet, basta ya de esos pendejos, basta ya.
¡Te amo Facebook, mátalos a todos!
#PeaceOut.