Damas y caballeros que me leen, debo hacer una confesión ante todos ustedes: Creo que soy un pendejo.
Lo sé, lo sé. Sé que muchos de mí tienen otras ideas, yo creo que las más populares que rondan en torno a mi persona es que soy increíblemente inteligente, que tengo una vergota, que soy guapo, carismático, la empatía casi sobrehumana que Dios me otorgó, y claro; un exceso brutal de humildad.
Pero a pesar de todas estas realidades, hoy, precisamente hoy, he empezado a creer que la verdad es que soy un pendejo. Si de algo peco, es en aquello de confiar en mis propias creencias. Deja explayo un poco este algo raro ─ya casi enajenado─ soliloquio de ideas:
Ayer leía la noticia sobre como el pastor de la iglesia donde Rubí planeaba hacer su misa de XV años canceló el evento de último momento, nadie sabe las razones, bien sabemos que esos católicos si algo tienen es precisamente ser hipócritas y personas sin nada de compromiso en sus palabras. Tal vez para generar drama, tal vez para que la posible única iglesia de la comunidad de La Joya reciba apoyo económico, no sé, pero venga, no sería la primera vez que una institución religiosa recurra al sensacionalismo y al chantaje para conseguir un poco de la fe ─en forma de dinero (como toda la fe) ─ del pueblo.
Cuando leía esta noticia me cagaba de risa, luego empecé a reflexionar si el fenómeno de Rubí era lo más pendejo que ha ocurrido en el año en cuanto a noticias a nivel nacional se refiere, claro que no llegué a nada, pero a pesar de ello creí firmemente en que en verdad fue la noticia más pendeja que leí. México posiblemente es el país donde más pendejadas nos ponen como noticia, yo creo que es una burla ─por no decir venganza─ de todos esos estudiantes de filosofía y letras, que una vez egresados es lo único que logran conseguir: Un puesto para redactar noticias en páginas digitales, esto, claro está, debido a que son los únicos en todo el país que tienen un poco de nivel en aquello de la hortographya y la redacción sin necesidad de usar el corrector de Chrome, bueno, ellos y los de comunicación, pero uno de letras sí se pasa por los huevos a todos los de comunicación, lo he visto con mis propios ojos en generaciones pasadas, no creo que la actual y futuras sean la excepción.
Al igual que todos los días, me levanté con una sonrisa al saber que ya había quitado un día más de la enorme cantidad de días que me faltan para que llegue el final de mi vida. Prendí mi computadora y me puse a leer las noticias, tú sabes, cuando no es en México es en alguna otra parte del mundo, soy un historiador freelance de los conflictos bélicos en el mundo, y claro, sigo de cerca todas las bombas, atentados y demás cosas que pasan al otro lado del charco, los considero más intereses que andar viendo a la Rubí y su vídeo porno, y mira que en mí es raro, Dios en el cielo sabe que, si hay algo que me gusta más que las noticias; es la pornografía de quinceañeras.
Yo no sé cómo pasó, pero de la nada allí estaba frente a mí el titular de una notica: «La lagrimilla del Cuau», vale, todo mexicano sabe que «El Cuau» es un futbolista, y, por ende, un héroe de la nación. No cualquiera puede manipular con maestría el esférico sobre los sagrados pastos que forran el coliseo de gladiadores, aquél recinto sagrado al cual el mexicano bautizó como: «El estadio azteca». Es tanta nuestra devoción por el balón y toda la capacidad que él requiere, que normalmente cuando un futbolista termina su carrera, decidimos darle más dinero, no se vaya a quedar sin comer o sin dinero para pagar sus adicciones. Eso fue lo que hicieron con el Cuau, después de que terminó su carrera lo volvieron presidente municipal de Cuernavaca, no pasa nada, total, para ser presidente no se requiere nada, él mismo lo dijo, a continuación, lo cito:
«Yo recuerdo que iba en la secundaria, por más ya no pude seguir estudiando, ni terminarla, porque tuve la oportunidad de que me hicieran una prueba en el América, y tuve que dejar la escuela para ser uno de los mejores futbolistas de México».
Pero volviendo al tema, he de admitir que aparte de pendejo también soy un morboso de primera, leer el nombre del Cuau de nuevo en un titular me dio un no sé qué, así que decidí darle una leída a la noticia.
Error, la curiosidad mató al gato, y eso de «murió sabiendo», no aplica si se murió sabiendo puras pendejadas.
La noticia era una burla al amado presidente municipal, al parecer el ex futbolista se quebró en llanto en uno de sus discursos políticos, para ser exactos, en su primer informe de gobierno. Soy un hombre de ciencia, para corroborar la noticia obviamente hice las búsquedas necesarias del vídeo, pues bien es sabido que en este ya casi 2017 todo lo puedes encontrar en vídeo. Vaya sorpresa la mía, era real todo esto.
El discurso estaba lleno de sentimientos, el hombre hizo manifiesto sobre los valores necesarios para «salir adelante en la vida», luego alude a su familia, las amistades y el amor, ¡pum!, se rompe en llanto. El pueblo lo clama y le dan una ovación, hay un corte de cámara y acto seguido el hombre empieza a hablar sobre como los medios lo llaman ignorante, más lágrimas, fin.
Si no has visto el vídeo te lo pongo aquí para que le veas y para que encuentres el error. Primero míralo y luego sigues leyendo, ¿listo?, vale, sigamos.
Cuau es uno de esos hombres que fue un hijo de puta en toda su carrera, escupió, golpeó e hizo berrinches, cuando le hacían entrevistas mostró en más de una ocasión el tipo de persona que realmente era y el cómo «todos se la pelaban». Soy de los que creen que una persona no puede cambiar, sólo amplifica sus aspectos, lo bueno es más bueno, lo malo es más malo, fin de la historia.
Ahora, no hay nada más falso que un llanto planeado, si vas con la idea de «voy a llorar» entonces de entrada ya sabemos que hay manipulación de por medio, no lo digo yo, lo dice mi doctorado en psicología, ¿no me crees?, háblale a cualquiera de tus amigos psicólogos, te aseguro que cada uno de ellos me la pela, así de en serio me tomo mi arrogancia.
Si tienes dos dedos de frente ya habrás notado que Cuau sacó un pañuelo de la nada y lo usó para secar sus lágrimas. Pero, ¿qué hacía un pañuelo allí?, de entrada, sabemos que no es necesario para secar el sudor, aún con los 20°C que había ese día en Cuernavaca, aún con la luz de los reflectores… No era necesario. Mucho menos si tienes en cuenta que es un lugar acondicionado (es un museo), es un pendejo que ya pasó por maquillaje, etc, etc.
Pero lo más importante: ¿Por qué hay vídeos de él llorando y ninguno de su informe?, digo, los medios le dieron difusión a su bonita escena llena de sentimientos, esperanza y lucha, pero, ¿y el puto informe?, si a mí me obligas asistir a un evento de ese tipo, mínimo voy con la intención de tomar nota de lo que supuestamente logró el futbolista, me importa un carajo si el tipo llora, perdón si soy culero, pero que chille en su casa, aquí venimos a hablar de política y de saber qué carajos estás haciendo con mi dinero, pero bueno, a la gente de Cuernavaca al parecer no le importó, todos aplaudieron y le echaron porras ─según lo que se aprecia en el vídeo─.
Y digo «se aprecia en el vídeo», porque otras noticias informaron que se esperaba que las personas no asistieran a su informe, porque al parecer lo odian (no me sorprende), entonces, ¿de dónde sacó la porra?, y más importante: ¿Por qué todos iban vestidos de traje?, digo, si me invitas a un evento de ese tipo, claro que iré lo más cómodo posible. Imagina tener que escuchar todas las pendejadas de un político, mínimo las voy a escuchar en pijama y comiendo, no voy a ir con ropa incómoda sólo para que con palabras me desvistan y me den una cogida de aquellas que ni te cuento.
«Pero Efraín, no dijo nada de su informe porque no cumplía con el quórum legal y bla bla bla, no sabes nada Efraín». Pues sí, no sé nada, pero soy una verga para saber que, si lo haces con fines mediáticos y sumas lo del llanto premeditado, obtienes una manipulación y una actuación que ¡Uffa!, no sólo vas a quedar como el mejor político, sino también peligras llevarte una estatuilla en la siguiente entrega de los premios Óscar. No dudo que en estos días Alfonso Cuarón e Iñárritu se tengan que pelear a muerte para ver quién se queda con el Cuau para la siguiente película.
En fin, el otro día me peleaba con puro pendejo en internet sobre como la mayor parte de gente que ve fútbol son unos pendejos, dicho deporte va ligado exactamente a la misma cantidad de gente en el país que peca de misoginia, racismo, analfabetismo y todolomal-ismo que hay en el país, claro, hay excepciones ─como en todo─, pero para ser honesto, amar-practicar el fútbol y ser un pendejo son las dos caras de una misma moneda, no sé la razón, pero créeme que así es en este país.
Si no te convencen mis argumentos, sólo cierra los ojos y repite estas palabras en tu cabeza:
«No terminé la secundaria, empecé a jugar fútbol y así me volví millonario. Golpeé, insulté y le escupí a varias personas durante mi carrera, dejé la profesión. Pero no me deprimo, heme aquí, siendo el presidente tras ganar las votaciones para dicho puesto, votos que me dio un pueblo que obviamente es inteligente, porque todos sabemos que 9 de cada 10 mexicanos tienen un coeficiente intelectual mayor al de Einstein, aquí me puso gente inteligente, no gente pendeja a la que le gusta el fútbol (los mexicanos no ven fútbol), pendejos son los que no creen en mí».
Venga, aquí en México a veces el chiste se cuenta solo. Yo de momento como palomitas de maíz mientras derramo lagrimas más sinceras que las de ese pendejo y no ando grabándome ni haciéndolo mediático para que la gente sepa que soy pobre, jodido y miserable.
Mejor lo escribo.
P.S.
Gooogleándole chido sí encuentras el vídeo de 20 minutos.
Spoiler: Sigue llorando y sigue sin informar nada, sólo es un discurso de superación personal.