Día del químico

Este texto lo dejo como respaldo en mi blog, es una felicitación que le hice con mucho amor a todos los criminales con los que comparto clases así como a una generación  de gente bonita que está por aventar la toga, el birrete y las ganas de cambiar esta sociedad de mierda.

Recuerdo que el año antepasado el Dr. Marco Chávez (un profesor de la facultad de ciencias químicas, físico, guapo, modelo, mi mentor de matemáticas y lamentablemente casado) impartió una conferencia llamada «CON-CIENCIA», en ella lo que buscaba el buen pastor era generar ─valga la redundancia─ conciencia sobre la ciencia y su impacto en la sociedad.

La conferencia simplemente mostraba estadísticas y cifras, la idea principal era mostrar que la lista de los principales retos que enfrenta la ciencia discrepan de forma abrupta con la lista de los principales problemas que la sociedad tiene actualmente, tú sabes, ese tipo de problemas nada importantes como son: Las adicciones, la corrupción, gente muriéndose de hambre para pasar el rato, gente matándose con armas que la ciencia crea, tráfico de órganos, pornografía infantil, etc.

Claro está, al final de la conferencia en la sección de dudas y comentarios todos se quedaron callados, porque cuando se trata de hablar de moral, ética y cosas que no tienen que ver con química a la gente de mi facultad se le mueve el suelo, sacar a gente de su zona de confort es muy malo, los dejas como pendejos y no quiera Dios que ellos mismos se vean al espejo y se den cuenta de ello, podría ser peligroso para su autoestima,  de hecho, corren peligro de poder en verdad ser alguien en esta vida y no ser una mala imitación de alguien más.

Nuestro Santo Tomás de Aquino región IV lo único que hizo ese día fue decirle a todos los oyentes: «Ustedes y sus intereses seudo intelectuales son una puta manifestación de hipocresía en lo que a ciencia concierne», claro está, con un léxico propio de alguien que tiene un doctorado y viste traje y corbata, no vaya a ser que los increíbles «científicos» que tenemos por estudiantes se vayan a sentir ofendidos. De hecho, ese día todos los asistentes salieron del recinto sonriendo, inertes cual gases nobles, como si nada hubiese pasado. El doctor los había abofeteado para que los niños vieran la increíble dicotomía entre ciencia y humanidad, pero los mismos no hicieron nada, no comentaron nada, no se inmutaron, sólo miraron de nuevo sus mensajes en el celular y acto seguido aplaudieron, muy fuerte, porque claro, ¡es un doctor el que te está hablando, muestra tu respeto e inferioridad maldito estudiante promedio!

Hoy se celebra el día del químico, entiéndase por químico una persona que ejerce la química, y claro, dicho mal y pronto: Entiéndase por «química» como una de las tantas hijas que tiene la mamá promiscua, es decir; la ciencia.

El lema de nuestra facultad es: «Por la ciencia para bien del hombre», y no hay nada que me haga reír más que leer esa mamada hoy en este día tan especial, porque sólo basta mirar a la sociedad de Chihuahua y a la sociedad de mí facultad ─no a la sociedad de alumnos, esta vez en general─ para darme cuenta que ese lema se vería mejor en el papel de baño y no en los escudos, logos y demás cosas que tenemos.

El problema de que la ciencia no sea para el hombre es porque la misma ha vuelto elitista el hecho de que todos puedan acceder a ella, la ciencia lucró con el conocimiento y hay más adeptos a ella buscando fines económicos que gente buscando realmente usarla para algo que valga la pena. Hay más gente en mi facultad esperando a salir y no morirse de hambre que gente que en verdad vaya a hacer algo con el conocimiento adquirido, podrás negarlo mil veces, sabes que es verdad. ¿Cuántos divulgadores de ciencia conoces?, ¿Cuántos con un plan para acabar con la pobreza y la inanición?, ¿Cuántos usarán la química para acabar con la inseguridad?, ¿Cuántos interesados en la filosofía de la ciencia?, ¿Cuántos con un perfil real de vocación en la enseñanza?, o más sencillo aún: ¿Cuántos conoces a los que la palabra «humano» no les quede grande?, si dices «muchos», andas con la respuesta equivocada.

Porque claro, si algo caracteriza a la facultad de ciencias químicas ─y seguro a muchas otras─ es que si de algo pecan sus habitantes, es de soberbia.

Los «químicos» se han forjado la falsa idea de que la ciencia los vuelve mejores personas, y allí entra una de las preguntas clave: ¿Realmente lo hace?, perdóname si me cago de risa en tu cara, pero no, no lo hace.

El problema no es de la química, el problema es de las personas que estudian química. Antes de entrar a la universidad ─quiero creer por el puto amor de Dios─ la mayoría piensa que se va a topar personas que serán geniales por compartir los mismos intereses, vocación, pasión y un sinfín de mamadas que suenen lindo, pero no, creo que más de uno llegó y no ha dejado de lamentarse el hecho de estar enjaulado en un salón de clases con otros reos de los cuales la mayoría no tiene un puto interés en mejorar a la humanidad con la química, porque claro:  «¿para qué quieres usar la química en cosas buenas Efraín?, esas son ideas pendejas, es tu mediocridad y conformismo los que están hablando, mejor gradúate y busca trabajo, eso es lo que deberías hacer, para eso es la química, para tener trabajo, ganar dinero y gastarlo en pendejadas que no sirvan de nada, en pendejadas que con el tiempo empeorarán más el olor a mierda que ya tiene la sociedad, ¿sabes qué?, trabaja y cómprate un celular, no puedo creer que no tengas uno, tal vez si lo haces puedas ignorar de forma más elegante las conferencias sobre ética que se imparten en la facultad».

El problema siempre serán las personas, el problema somos tú y yo, ¿Sabes cuál es el segundo mayor problema?, claro está, que nos cuesta aceptar que nosotros somos el problema. Y antes de que pienses que esto suena tipo Arjona, déjame te recuerdo algo que te baje de la nube en la que estás:

No eres químico, eres estudiante de química, y peor aún, cuando pasen los años y tengas ese título colgado en la pared junto con el de una maestría y un doctorado, si no has hecho nada para mejorar ya como mínimo la sociedad de mierda que nos rodea… Lamentablemente seguirás sin ser químico.

Mira que aquí las palabras se ponen fuertes, porque ya le estoy tirando mierda al 80% de los profesores de mi facultad, y para ser sincero me alegra, porque si hay algo que fomente que los ya de por sí pendejos con su patético perfil de empresarios y suedo Carlos Slim en potencia hagan lo que hagan, es precisamente el mediocre trabajo que como profesores muchos de ellos hacen, pero bueno, ¿qué esperabas?, es Chihuahua, aquí no importa tener conciencia ni un puto bledo del sentido correcto de la realidad, aquí lo importante es que te gradúes y consigas trabajo, no te vayas a morir de hambre Efraín, no vayas a adelgazar si el día de mañana no puedes gastar tu dinero en comida rápida y otras pendejadas indispensables en esta vida.

Son esos profesores los que fomentan en el salón de clases un sinfín de ideas pendejas: Religión, elitismo, pelea de clases y formas de ganar dinero con lo que te enseñan, porque, ¿sabes cuántos de ellos realmente tienen vocación?, o peor aún: ¿Sabes cuántos de ellos tienen una putea idea de la diferencia entre «vocación» y «ser bueno en lo que haces»?, pocos.

Es el sistema de educación y su patética idea de «zapatero a sus zapatos» lo que hace que cualquier profesor entre a un salón de clases y por el simple hecho de saber de la materia ya lo vuelva apto para ser profesor, en los salones de clases ya no se forjan personas que cambien el mundo, revolucionarios, sólo se forjan viles copias de sus mentores, es decir, aquellas personas que saben mucho de poco, pero poco de mucho. Pero, realmente es lo único que importa, porque eso es lo único que requieres para tener trabajo, por el amor de Dios, no te vayas a quedar sin trabajo.

¿Sabes cómo podemos cambiar el perfil de todos nosotros?, es muy fácil, de hecho, si sigues estos sencillos pasos vas a ser científico (químico en este caso) sin la necesidad de tener un título igual o más inútil que aquél que cuelga en la oficina de tus profesores:

→ Acepta que eres un estudiante, no un profesional, deja de echarte flores para quitarte ese mal olor, aprende a vivir con ello, ninguna flor hará que dejes de vivir esa realidad.

→ Acepta y rechaza felicitaciones en este día y los miles que vienen, porque respóndete a ti mismo esta pregunta: ¿Realmente las mereces?, digo, ¿realmente has cambiado a la sociedad?, lo dudo.

→ Deja de ser una puta basura de persona, y claro, si lo eres mínimo ten los huevos de aceptarlo, en otras palabras: Deja de ser un puto hipócrita de mierda. Te ves mal adulando a esos profesores en su cara y luego hablando mierda de ellos a sus espaldas, te ves mal sonriendoles a tus amigos y luego siendo un hijo de puta a sus espaldas, la ciencia no es para hipócritas, deja de serlo, ve haciéndote a la idea de que te deben empezar a crecer los huevos para admitir lo que eres y decir lo que piensas, porque si hoy te quedas callado, mañana cuando tengas por fin el patrón que tanto esperaste tener y te esté metiendo la verga, créeme que querrás haber aprendido a decir lo que piensas y no te tendrías que estar tragando tu orgullo día a día sólo por ver en tu nómina una cifra de dinero que para ser sincero tampoco era la que esperabas.

→ Deja de creer que la ciencia es para ganar dinero, no lo es, nunca lo será, si quieres dinero puedes estudiar algo que se dedique a generar dinero, sé un pendejo más, sé un pendejo como todos, junta mucho dinero y espera a que pasen los años, a ver si todos esos millones reviven a tu madre después de que se muera de cáncer.

→ Deja de irte por el camino fácil, no sólo te ves como un mediocre, sino también como un retrasado por andar teniendo miedo de los profesores que sabes que son pesados, ¿no que te gustaba la ciencia?, pues que te guste por todos lados, incluso si anal tiene que ser la vía, ¿qué es eso de abrir cursos en verano para graduarte más rápido?, a menos que odies tu facultad (como yo), cualquier acción para graduarte más rápido está justificada, pero claro, no la odias, al contrario, la amas, si dejas de estudiar química sólo sabe Dios como le harás para tomarte fotos con la bata que tanto orgullo te da vestir, no quiera Dios que el día de mañana no puedas presumirle a la sociedad que eres mejor persona por estudiar ciencia a pesar de que tienes exactamente el mismo perfil que cualquier pendejo de cualquier otra carrera, los mismos dogmas, el mismo sentido pérfido de ser humano.

→ Deja de hacer trampa en los exámenes, deja de mentirte a ti mismo, no debería darte vergüenza si una calificación te dice que no eres lo suficientemente bueno, eso es lo único que realmente te hará serlo, con el tiempo, pero eventualmente serlo, muy distinto a creer que lo eres.

→ Deja de creer que no eres un pendejo, eres igual o más pendejo que yo, igual o más pendejo que los demás, pero claro, te va a costar mucho tiempo aceptarlo, suerte con eso, es lo más difícil y lo que más tiempo conlleva.

Es muy fácil ser científico, sólo tienes que renunciar a todo lo que no te permitirá practicar ciencia, sólo tienes que renunciar a ser humano por el bien de los humanos, y claro, practicar ciencia que sirva de algo, gente investigando pendejadas sobra, la pregunta es: ¿Crees que realmente puedes hacerlo?, si es así, entonces ya eres químico, por más pendejadas que digas,  por más que batalles, por más que te cueste, vas a ser lo que se supone debes ser, no necesitas de un día del químico para serlo, tampoco un título universitario, lo que hace falta en esta sociedad de mierda es gente convencida de que puede cambiar el mundo, gente que grite que lo puede hacer, entonces, y sólo entonces, es cuando mi facultad de mierda dejará de escupir a la sociedad esos alumnos que a sus espaldas los describen como «Pendejos con título allá afuera hay muchos», y empezará a esculpir científicos de verdad, porque recuerda aquella frase famosa: «Quien no vive para servir, no sirve para vivir», si no estás dispuesto a cambiar el mundo, si realmente no lo crees, estás malgastando tu tiempo en una ciencia que te hará morir con un título, pero claro, el de un don nadie…

Feliz día del químico, claro… Si es que lo eres por haber hecho algo por la sociedad, de no ser así, puedes meterte este día por el culo, al igual que todos los demás. Espero y eso de andar llamándote químico a ti mismo lo pienses dos veces de ahora en adelante. Son pocas cosas las que me dan vergüenza, una de ellas es que algún pendejo cometa la osadía de llamarme «químico», para ser sincero no sé cómo le hacen ustedes para dormir tranquilos por las noches.

Los quiero  ❤

Te dejo este lindo vídeo, tal vez logre revivir en ti algo de lo mucho que en esta sociedad de mierda posiblemente haya matado:

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